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El fallo identificado en una conexión del experimento Opera puede explicar los datos inesperados de las partículas que parecían viajar más deprisa que los fotones
Alicia Rivera - El País - 7/03/2012
La mala conexión entre un cable de fibra óptica y un sensor electrónico en el experimento Opera, en Italia, fue probablemente la causa de los datos sorprendentes acerca de la supuesta velocidad superior a la luz de los neutrinos. Aunque oficialmente aún no se ha reconocido como tal y no se han presentado detalles y datos precisos, los expertos que siguen este culebrón científico creen que el error provocado puede ser comparable a las 60 milmillonésimas de adelanto de los neutrinos respecto a la velocidad de los fotones en el experimento. Además empieza a emerger información acerca del proceso de gestión y debate internos del experimento antes del anuncio de los resultados supuestamente sensacionales de los neutrinos superlumínicos el pasado mes de septiembre.
Algunos especialistas del equipo de más de 170 personas de Opera advirtieron acerca de la posible anomalía de la conexión y otros potenciales problemas y sugirieron revisar su efecto antes de hacer públicos los datos que, inevitablemente, dieron la vuelta al mundo. Según cuenta la revista Science, los responsables de Opera no atendieron a dicha sugerencia y no consideraron oportuno autorizar dicha revisión hasta el pasado mes de diciembre. Hace unos días, un escueto comunicado de Opera, a través del Laboratorio europeo de Física de Partículas (CERN) apuntaba la existencia de dos fallos, sin especificar su efecto concreto en los datos y anunciaba que se repetiría el experimento el próximo mayo.
La conexión fatídica forma parte del complejo sistema electrónico que transfiere los datos del GPS al detector Opera, ubicado en un el laboratorio subterráneo de Gran Sasso (bajo los Apeninos). La señal de GPS es crítica para determinar el tiempo de viaje de dichas partículas desde que salen del CERN, a 730 kilómetros de distancia. El conector es inestable si no está bien apretado y puede hacer variar el flujo que luz que activa, a partir de un cierto umbral, la electrónica del sensor, o cambiar sus propiedades eléctricas (la capacidad). Si este sistema reacciona a a destiempo, el efecto puede ser comparable a las 60 milmillonésimas de segundo. Ese era el tiempo de adelanto de los neutrinos respecto a la velocidad de la luz que se había registrado, según explicó Dario Auterio en septiembre, como portavoz de Opera. La velocidad de la luz es el tope máximo que nada puede superar, según la Teoría Especial de la Relatividad de Einstein.
“Las pruebas, muy precisas, han mostrado que la temporización variaba en decenas de nanosegundos, según el estado de la conexión de la fibra óptica a la tarjeta electrónica que contiene el ordenador que genera el tiempo de referencia para todo el experimento”, explica el físico Roberto Battiston en La Repubblica. “El efecto podría explicar la anomalía superlumínica observada en Opera”, añade.
En la nueva ronda de medidas que realizará Ópera en un par de meses, se utilizarán dos sistema de medida del tiempo independientes, pero los resultados, para muchos, serán una pura anécdota ya que al escepticismo inicial sobre los supuestos neutrinos superlumínicos se suma ahora el fallo que parece explicar el error. Eso si, los errores en ciencia los descubren y destapan los mismos científicos.